Por. Leticia Gutiérrez

Un promedio de 200 comerciantes están listos para ofrecer sus productos en la fiestas patronales del señor de las Misericordias de Tampico Alto en el norte de Veracruz.
Muchos de los que forman parte de esta eventualidad, los trae el fervor, y al mismo tiempo una promesa, tras vivir los milagros de este santo.
Son las generaciones de esos antepasados, que pidieron el auxilio y la bondad del señor de las Misericordias, quienes en vida fueron testigos de lo extraordinario.
Daniel Jiménez Chavarría, destacó que cumplen una manda heredada por su padre, a la que le siguió después su madre, y ahora le tocó a él.
“El señor nos permitió regresar con bien después de esta pandemia; nosotros traemos los dulces típicos mexicanos, y conocidos como los dulces de Tampico Alto, porque seguimos trayendo las mismas recetas con el mismo proceso y que elaboramos desde el siglo pasado”, comentó.
Indicó que forma parte de la tercera generación y por ello, es que continúan trayendo a la región está gran tradición.
Dijo que hace 70 años su papá, don Raúl Jiménez, fue quien comenzó está gran historia, y quién recibió el milagro del señor de las misericordias.
“Llevamos casi 70 años, mi padre fue el primero que vino, porque efectivamente fue mi papá quién recibió favores del señor de las Misericordias cuando en un tiempo le había ido mal, y a partir de que él vino acá, bendito Dios, fundó un negocio y formó una familia”.
Resaltó que con este milagro hoy el negocio familiar ubicado en el Estado de México, depende de cinco hermanos, sin embargo, es él quien acude a Tampico Alto a depositar la ofrenda de Gladiolas, desde que tenía 18 años, ahora con 60 años.
Por ello, pidió a la población a qué acudan a Tampico Alto, y que no permitan que muera está tradición, ya que hay mucho por agradecer, sobre todo por sobrevivir al covid-19, virus que lo afectó en dos ocasiones.