Por: Leticia Gutiérrez

Tampico Alto, Veracruz.- Juan Arenas Lara, viene del Estado de Puebla, cuenta que tiene por lo menos 20 años participando en esta fiesta religiosa, que de alguna manera heredó de sus antepasados.
Su familia está dedicada a la producción de barro, por lo que ha llegado con la esperanza y su fe, de vender toda la mercancía ya que con la emergencia sanitaria este trabajo artesanal, decayó en un 70 por ciento.
Originario de la localidad Emilio Carranza, reconoce que son bendecido por los milagros del Señor de las Misericordias, porque les ha concedido disfrutar de buenas ventas, y hoy más que nunca, tienen la esperanza de que lo que ofrecen será del agrado de los visitantes.
“Gracias a él, y a nuestro Dios que vendemos nuestras mercancía bien; por 20 años la familia ha venido acá y la verdad. Estas fiestas son para agradecer que tenemos salud, que nos da trabajo y que nos permitió llegar con bien, a pesar de la gran distancia”.
Arenas Lara, de 23 años, dijo que sus abuelos, sus padres y todos quienes han formado parte de esta devoción, saben que el Señor de las Misericordias es muy milagroso.
“Ellos pedían al Señor de las Misericordias vender la mercancía, y dicen que acaban con todo, así que llegamos, nos presentamos en la iglesia, y le damos las gracias”, contó.
Desafortunadamente la pandemia fue muy crítica para el rubro que trabajan, ya que en dos años estuvieron en pausa.
“Nos fue mal económicamente, porque la pandemia si nos afectó un 70 por ciento”, dijo.
Desde las 07:30 horas mantendrán abierto su local, ubicado a unos pasos de la iglesia.